Así pues, ponemos a la venta la camper. Y... ¿ahora qué? Nos encanta acampar, pasar mucho tiempo al aire libre, disfrutar de la naturaleza, que los niños puedan correr y hacer amigos. Para nosotros la solución es una caravana que sea bastante nueva, con todo el confort que eso conlleva. Queremos poder dejar la caravana en el camping y acceder en coche a la playa o descubrir un pueblo pintoresco. Comenzamos nuestra búsqueda en un paseo de concesionarios de caravanas; echamos un vistazo a todo tipo de marcas y nos enamoramos de Adria. Las caravanas están decoradas en tonos claros y naturales y equipadas con todas las comodidades necesarias. Al principio, buscábamos una caravana con literas para los niños, pero el vendedor nos dijo que lo más probable es que, dentro de un año, nuestros hijos quieran dormir en una tienda de campaña, y en ese sentido, las literas ocupan mucho espacio. Por lo tanto, nos decantamos por una caravana con una cama fija y un asiento redondo que se puede convertir en una cama grande, en caso de que los niños quieran dormir dentro otro año más. También buscamos una caravana con un gran frigorífico para no tener que hacer la compra todos los días y, por supuesto, una con aseo y una buena ducha.
Nada más entrar a la Adria Adora, me convence de inmediato. Este tipo de caravana tiene techo panorámico. Toda la parte delantera es en realidad una ventana, por lo que la caravana es muy luminosa en su interior y se pueden observar las estrellas desde la cama por la noche. ¿Hay algo más maravilloso?
Ahora mismo, la caravana es perfecta para nosotros, ya que tenemos lo mejor de los dos mundos: una lujosa casa privada sobre ruedas que podemos plantar en los lugares más bellos y el coche para explorar la zona, transportar las tablas de surf al mar y además descubrir hermosos rincones ocultos».
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