LA VICTORIA DEL DAKAR

100% PERÙ. 100% DAKAR. 100% CALIDAD DE ADRIA.

Socios de primera categoría

HISTORIA DE LOS SOCIOS

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ESTE AÑO, POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA, ADRIA PUEDE DECIR POR FIN: «HEMOS GANADO EL RALLY DE DAKAR.»

Los cinco primeros puestos en la categoría de motocicletas del Dakar 2019 fueron para pilotos (tres representantes de KTM y dos de Husqvarna) que eligieron el confort de Adria para dormir y relajarse, y para poder planificar estrategias y prepararse mentalmente. Es decir... ¡los cinco primeros puestos «fueron todos para Adria»!

El piloto australiano Toby Price, que corre para el equipo Red Bull KTM Factory, ganó el segundo Dakar de su trayectoria, a pesar de haberse roto la muñeca en una caída justo un mes antes de comenzar la carrera más importante para un piloto de Rally Raid. La autocaravana Matrix que Toby compartió con Sam Sunderland (que acabó tercero en la clasificación global) ofreció al australiano un refugio confortable cuando las cosas se complicaron, lo que le permitió ocultar sus inquietudes y estrategia lo máximo posible. El segundo puesto en el Dakar fue para el ganador de 2018, Matthias Walker, que compartió su autocaravana Adria con Luciano Benavides, que competía por segunda vez y que acabó en octavo puesto. El piloto austriaco peleó como un jabato por la victoria. El tiempo de ventaja del ganador Price, de tan solo 9 minutos y 13 segundos, después de una carrera de 33 horas, 10 etapas y prácticamente 5.000 kilómetros, dice mucho acerca del implacable reto que supone la prueba peruana.

Pablo Quintanilla y Andrew Short, que corrían para Rockstar Energy Husqvarna Factory Racing, lograron el cuarto y quinto puesto en la clasificación global, y la Sonic de Adria tuvo su protagonismo en este resultado.

El chileno, Quintanilla, desafió a Price prácticamente hasta el final, y comenzó la décima y última etapa, tan especial, tan solo un minuto por detrás. Por desgracia, una mala caída en las dunas en los últimos kilómetros de la competición acabó de un plumazo con sus posibilidades, pero a pesar del duro golpe consiguió remontar y finalizar su Dakar.

En Perú este año los equipos de KTM y Husqvarna desplegaron un sólido equipo de apoyo de 32 miembros, entre los cuales había mecánicos, directores de equipo, conductores, médicos, expertos de WP Suspension, ingenieros, especialistas en logística y fisioterapeutas. Los pilotos utilizaron tres de las cuatro campers, siendo la cuarta utilizada como oficina por todo el equipo durante el día y como alojamiento nocturno para los directores de equipo Jordi Viladoms de KTM y Pela Renet de Husqvarna cuando terminaban de darse las instrucciones y de celebrarse las reuniones de cada día.

«Las autocaravanas de Adria desempeñaron un papel esencial e indispensable para nuestro equipo este año», nos explicó Stefan Huber (director de logística y técnico de la empresa austriaca) al final de la carrera en Lima, mientras se preparaba el traslado de todo el equipamiento al barco para el largo viaje de vuelta, «y las condiciones de vida en la base ayudaron a los pilotos a mantener unos niveles muy altos de rendimiento y concentración durante toda la carrera.». La humedad y el calor asfixiantes de Perú no interrumpieron la paz y relajación de los pilotos de KTM y Husqvarna, que cada día se refugiaban en sus autocaravanas.

Al final de cada etapa especial (en Pisco, San Juan De Marcona y Arequipa), los pilotos se retiraban al refugio de sus vehículos y permanecían allí hasta la cena, donde preparaban el cuaderno de ruta, descansaban y comían antes de estudiar las rutas con los especialistas en mapas (map men) también en sus autocaravanas.

La vida en la autocaravana-oficina era algo diferente. Este vehículo, al igual que el resto, abandonaba el campamento temprano por la mañana para poder ser utilizado en el siguiente campamento por los directores de equipo y el map man (la persona que ayuda a los pilotos a conocer y entender las carreteras y los recorridos que deben negociarse cada día).

Los directores y los map men raras veces salen de la oficina. Toman asiento dentro y permanecen ahí todo el día utilizando un sistema de seguimiento para seguir la carrera y comprobar los tiempos de cada piloto a lo largo del itinerario. Aunque la conexión a internet de la oficina funcionaba peor durante el viaje que cuando el vehículo estaba aparcado en los campamentos, las dos personas encargadas de la oficina ambulante consiguieron comprobar las posiciones de los pilotos, trabajar con los mapas y planificar las reuniones del día.

Las instrucciones que recibían los pilotos se organizaban en esta autocaravana de Adria cada noche. Y ahí fue donde, en una competición organizada en un único país (Perú) por primera vez en 41 años, en unas carreteras prácticamente impracticables debido a las infinitas toneladas de arena, los millones de recorridos y las altísimas dunas de Tanaka, se diseñaron las estrategias y las tácticas que permitieron a KTM y Husqvarna monopolizar el podio del Dakar 2019.

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ESTE AÑO, POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA, ADRIA PUEDE DECIR POR FIN: «HEMOS GANADO EL RALLY DE DAKAR.»

Los cinco primeros puestos en la categoría de motocicletas del Dakar 2019 fueron para pilotos (tres representantes de KTM y dos de Husqvarna) que eligieron el confort de Adria para dormir y relajarse, y para poder planificar estrategias y prepararse mentalmente. Es decir... ¡los cinco primeros puestos «fueron todos para Adria»!

El piloto australiano Toby Price, que corre para el equipo Red Bull KTM Factory, ganó el segundo Dakar de su trayectoria, a pesar de haberse roto la muñeca en una caída justo un mes antes de comenzar la carrera más importante para un piloto de Rally Raid.

 

 

La autocaravana Matrix que Toby compartió con Sam Sunderland (que acabó tercero en la clasificación global) ofreció al australiano un refugio confortable cuando las cosas se complicaron, lo que le permitió ocultar sus inquietudes y estrategia lo máximo posible. El segundo puesto en el Dakar fue para el ganador de 2018, Matthias Walker, que compartió su autocaravana Adria con Luciano Benavides, que competía por segunda vez y que acabó en octavo puesto. El piloto austriaco peleó como un jabato por la victoria. El tiempo de ventaja del ganador Price, de tan solo 9 minutos y 13 segundos, después de una carrera de 33 horas, 10 etapas y prácticamente 5.000 kilómetros, dice mucho acerca del implacable reto que supone la prueba peruana.

Pablo Quintanilla y Andrew Short, que corrían para Rockstar Energy Husqvarna Factory Racing, lograron el cuarto y quinto puesto en la clasificación global, y la Sonic de Adria tuvo su protagonismo en este resultado.

 

 

El chileno, Quintanilla, desafió a Price prácticamente hasta el final, y comenzó la décima y última etapa, tan especial, tan solo un minuto por detrás. Por desgracia, una mala caída en las dunas en los últimos kilómetros de la competición acabó de un plumazo con sus posibilidades, pero a pesar del duro golpe consiguió remontar y finalizar su Dakar.

 

En Perú este año los equipos de KTM y Husqvarna desplegaron un sólido equipo de apoyo de 32 miembros, entre los cuales había mecánicos, directores de equipo, conductores, médicos, expertos de WP Suspension, ingenieros, especialistas en logística y fisioterapeutas. Los pilotos utilizaron tres de las cuatro campers, siendo la cuarta utilizada como oficina por todo el equipo durante el día y como alojamiento nocturno para los directores de equipo Jordi Viladoms de KTM y Pela Renet de Husqvarna cuando terminaban de darse las instrucciones y de celebrarse las reuniones de cada día.

 

«Las autocaravanas de Adria desempeñaron un papel esencial e indispensable para nuestro equipo este año», nos explicó Stefan Huber (director de logística y técnico de la empresa austriaca) al final de la carrera en Lima, mientras se preparaba el traslado de todo el equipamiento al barco para el largo viaje de vuelta, «y las condiciones de vida en la base ayudaron a los pilotos a mantener unos niveles muy altos de rendimiento y concentración durante toda la carrera.». La humedad y el calor asfixiantes de Perú no interrumpieron la paz y relajación de los pilotos de KTM y Husqvarna, que cada día se refugiaban en sus autocaravanas.

 

 

Al final de cada etapa especial (en Pisco, San Juan De Marcona y Arequipa), los pilotos se retiraban al refugio de sus vehículos y permanecían allí hasta la cena, donde preparaban el cuaderno de ruta, descansaban y comían antes de estudiar las rutas con los especialistas en mapas (map men) también en sus autocaravanas.

La vida en la autocaravana-oficina era algo diferente. Este vehículo, al igual que el resto, abandonaba el campamento temprano por la mañana para poder ser utilizado en el siguiente campamento por los directores de equipo y el map man (la persona que ayuda a los pilotos a conocer y entender las carreteras y los recorridos que deben negociarse cada día).

 

Los directores y los map men raras veces salen de la oficina. Toman asiento dentro y permanecen ahí todo el día utilizando un sistema de seguimiento para seguir la carrera y comprobar los tiempos de cada piloto a lo largo del itinerario. Aunque la conexión a internet de la oficina funcionaba peor durante el viaje que cuando el vehículo estaba aparcado en los campamentos, las dos personas encargadas de la oficina ambulante consiguieron comprobar las posiciones de los pilotos, trabajar con los mapas y planificar las reuniones del día.

 

Las instrucciones que recibían los pilotos se organizaban en esta autocaravana de Adria cada noche. Y ahí fue donde, en una competición organizada en un único país (Perú) por primera vez en 41 años, en unas carreteras prácticamente impracticables debido a las infinitas toneladas de arena, los millones de recorridos y las altísimas dunas de Tanaka, se diseñaron las estrategias y las tácticas que permitieron a KTM y Husqvarna monopolizar el podio del Dakar 2019.