GRANJA AALAN La granja Aalan se encuentra en el valle de Lauvdalen, que está rodeado de majestuosas montañas donde las cabras pastan a sus anchas en verano. Y aquí es donde Tove y Knut establecieron su residencia hace veinte años. Lo que en otra época era una pequeña granja caprina con una zona de pasto, hoy se ha convertido en una granja que alimenta a unas 200 cabras.  Cada verano, los turistas acuden en masa para comprar queso y hacer senderismo por la montaña. Con innumerables premios en su haber, los quesos de Tove y Knut han obtenido un amplio reconocimiento. Los que no puedan acercarse a la granja, podrán probar su queso en diversos restaurantes de Lofoten. Además, la granja también es el principal proveedor de queso de la línea de cruceros noruega Hurtigruten.

En un pequeño café que abre en verano, los clientes pueden sentarse y sentir el aroma de las hierbas recién cogidas mientras observan cómo se elabora el queso. Gracias a la colaboración con otras granjas del valle, hay zonas de aparcamiento disponibles para quien quiera probar alguno de los senderos de la zona. Aunque se puede practicar senderismo de forma individual, los visitantes pueden contratar los servicios de un guía para recorrer los senderos a pie o aventurarse en un paseo a caballo. Todo ello se puede combinar con las experiencias culinarias locales de las granjas.

Paleo Artic A aquellos que no puedan alargar su estancia en Lofoten pero aun así quieran disfrutar de la experiencia de una estupenda comida se les recomienda encarecidamente que reserven una mesa de desayuno en el restaurante Paleo Arctic, en Svolvaer. El bufé de desayuno incluye alimentos obtenidos del mar, la montaña y la tierra. El cordero ahumado y la carne de ballena se combinan con queso elaborado a nivel local, bacalao, arenques en escabeche, los clásicos gofres noruegos con queso de corteza parda y caviar de bacalao ahumado.

 

«El pasto de las montañas es fresco y de gran calidad, lo que aporta a la leche su carácter especial. Gracias a esto también, el queso adquiere su singular sabor. Aunque utilizamos recetas tradicionales, realizamos nuestro oficio a partir de las innovaciones obtenidas de otras culturas. Ese es el secreto que atesoran nuestros quesos», explica Tove.

 

 

Ahora hay turistas que no solo acuden en verano, sino durante todo el año. Saber que la gente quiere venir aquí incluso en la época más oscura del año es increíblemente emocionante.

 

Maren Anna En la aldea de pescadores de Sørvågen, en la isla de Moskenesøya, quedamos con el chef Tommi y su amigo pescador Petter. Varias veces a la semana, Petter va a pescar, en solitario o con turistas, y la pesca que obtiene la entrega al restaurante. Como cuando estuvimos allí era temporada de bacalao (que va desde enero hasta finales de abril), tuvimos la suerte de poder acompañar a Petter en una de sus excursiones pesqueras. Nunca olvidaremos lo que sentimos al pescar nuestro propio bacalao en un mar totalmente en calma con el sol brillando en lo alto. Por la noche, nos acomodamos en el restaurante y degustamos el pescado que ese mismo día capturamos directamente de la costa con cariño y con las nuevas habilidades que adquirimos, y supimos que todo ello nos aportaría suficiente material para crear un recuerdo de por vida. Tommi Bjørnsen se fue de Lofoten siendo muy joven para trasladarse al continente y aprender todo lo posible sobre el arte de cocinar. Tras pasar varios años aprendiendo el oficio en algunos de los restaurantes más famosos de Oslo, regresó a Lofoten para hacerse cargo del restaurante de Maren Anna en Sørvågen, que hasta ese momento habían regentado sus padres. «Con los ingredientes locales típicos de Lofoten y la experiencia adquirida en cocina francesa, en mis platos ofrecía lo que más amaba: la cocina nórdica aderezada con influencias de todo el mundo», comenta Björnsen. Petter Thoresen se encarga de gestionar Nordic Fishing Adventures. Ofrece todo tipo de experiencias, desde excursiones de pesca de entre 3 y 4 horas de duración hasta paquetes de aventuras con pernoctación, en los que uno mismo se puede preparar el pescado que ha capturado con la ayuda de los chefs de Maren Anna. «Si pudiera, me pasaría todo el tiempo en el barco, pero tal y como están las cosas ahora, solo suelo estar por aquí seis días de siete», comenta sonriendo Thoresen.

Del mar a la tierra, y de ahí a la mesa

 

En Lofoten siempre ha sido muy importante poder aprovechar los recursos que ofrecen el mar y las montañas. En el pasado, ese estilo de vida era ante todo una necesidad, pero ahora es una manera de mantener viva la tradición y demostrar la increíble diversidad que se puede experimentar allí.

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Del mar a la tierra, y de ahí a la mesa

 

En Lofoten siempre ha sido muy importante poder aprovechar los recursos que ofrecen el mar y las montañas. En el pasado, ese estilo de vida era ante todo una necesidad, pero ahora es una manera de mantener viva la tradición y demostrar la increíble diversidad que se puede experimentar allí.

 

 

Maren Anna En la aldea de pescadores de Sørvågen, en la isla de Moskenesøya, quedamos con el chef Tommi y su amigo pescador Petter. Varias veces a la semana, Petter va a pescar, en solitario o con turistas, y la pesca que obtiene la entrega al restaurante. Como cuando estuvimos allí era temporada de bacalao (que va desde enero hasta finales de abril), tuvimos la suerte de poder acompañar a Petter en una de sus excursiones pesqueras. Nunca olvidaremos lo que sentimos al pescar nuestro propio bacalao en un mar totalmente en calma con el sol brillando en lo alto. Por la noche, nos acomodamos en el restaurante y degustamos el pescado que ese mismo día capturamos directamente de la costa con cariño y con las nuevas habilidades que adquirimos, y supimos que todo ello nos aportaría suficiente material para crear un recuerdo de por vida. Tommi Bjørnsen se fue de Lofoten siendo muy joven para trasladarse al continente y aprender todo lo posible sobre el arte de cocinar. Tras pasar varios años aprendiendo el oficio en algunos de los restaurantes más famosos de Oslo, regresó a Lofoten para hacerse cargo del restaurante de Maren Anna en Sørvågen, que hasta ese momento habían regentado sus padres. «Con los ingredientes locales típicos de Lofoten y la experiencia adquirida en cocina francesa, en mis platos ofrecía lo que más amaba: la cocina nórdica aderezada con influencias de todo el mundo», comenta Björnsen. Petter Thoresen se encarga de gestionar Nordic Fishing Adventures. Ofrece todo tipo de experiencias, desde excursiones de pesca de entre 3 y 4 horas de duración hasta paquetes de aventuras con pernoctación, en los que uno mismo se puede preparar el pescado que ha capturado con la ayuda de los chefs de Maren Anna. «Si pudiera, me pasaría todo el tiempo en el barco, pero tal y como están las cosas ahora, solo suelo estar por aquí seis días de siete», comenta sonriendo Thoresen.

 

 

       

 

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«El pasto de las montañas es fresco y de gran calidad, lo que aporta a la leche su carácter especial. Gracias a esto también, el queso adquiere su singular sabor. Aunque utilizamos recetas tradicionales, realizamos nuestro oficio a partir de las innovaciones obtenidas de otras culturas. Ese es el secreto que atesoran nuestros quesos», explica Tove.

 

 

 

GRANJA AALAN La granja Aalan se encuentra en el valle de Lauvdalen, que está rodeado de majestuosas montañas donde las cabras pastan a sus anchas en verano. Y aquí es donde Tove y Knut establecieron su residencia hace veinte años. Lo que en otra época era una pequeña granja caprina con una zona de pasto, hoy se ha convertido en una granja que alimenta a unas 200 cabras.  Cada verano, los turistas acuden en masa para comprar queso y hacer senderismo por la montaña. Con innumerables premios en su haber, los quesos de Tove y Knut han obtenido un amplio reconocimiento. Los que no puedan acercarse a la granja, podrán probar su queso en diversos restaurantes de Lofoten. Además, la granja también es el principal proveedor de queso de la línea de cruceros noruega Hurtigruten.

En un pequeño café que abre en verano, los clientes pueden sentarse y sentir el aroma de las hierbas recién cogidas mientras observan cómo se elabora el queso. Gracias a la colaboración con otras granjas del valle, hay zonas de aparcamiento disponibles para quien quiera probar alguno de los senderos de la zona. Aunque se puede practicar senderismo de forma individual, los visitantes pueden contratar los servicios de un guía para recorrer los senderos a pie o aventurarse en un paseo a caballo. Todo ello se puede combinar con las experiencias culinarias locales de las granjas.

 

 

 

 

 

Ahora hay turistas que no solo acuden en verano, sino durante todo el año. Saber que la gente quiere venir aquí incluso en la época más oscura del año es increíblemente emocionante.

 

 

 

 

Paleo Artic A aquellos que no puedan alargar su estancia en Lofoten pero aun así quieran disfrutar de la experiencia de una estupenda comida se les recomienda encarecidamente que reserven una mesa de desayuno en el restaurante Paleo Arctic, en Svolvaer. El bufé de desayuno incluye alimentos obtenidos del mar, la montaña y la tierra. El cordero ahumado y la carne de ballena se combinan con queso elaborado a nivel local, bacalao, arenques en escabeche, los clásicos gofres noruegos con queso de corteza parda y caviar de bacalao ahumado.